Las proteínas. Los aminoácidos.
Características generales.
Las proteínas constituyen el grupo de moléculas orgánicas más abundantes en los seres vivos, ya que, por término medio, suponen el 50% del peso celular en seco. Su importancia, sin embargo, no radica exclusivamente en su abundancia, sino también en las variadas funciones biológicas que desempeñan, ya sea en calidad de moléculas estructurales o como partícipes en multitud de procesos: transporte de otras moléculas, movimiento, regulación hormonal, etc. Destaca especialmente su acción como catalizadores en las reacciones metabólicas imprescindibles para el mantenimiento de los procesos vitales. Por el contrario, no se suelen emplear para producir energía, o como moléculas de reserva energética (salvo que sea absolutamente necesario debido a la falta de moléculas energéticas, sean glúcidos o lípidos).
Una característica fundamental de las proteínas es su especificidad, lo cual quiere decir que cada especie posee sus propias proteínas, es más, cada organismo posee algunas proteínas exclusivas que marcan su identidad biológica. Hasta tal punto esto es así que, en el caso de los gemelos idénticos o univitelinos (individuos que proceden de un único cigoto y, por consiguiente, presentan los mismos genes), las proteínas de ambos son las mismas y las características biológicas hereditarias son prácticamente idénticas.
Las proteínas son polímeros, denominados polipéptidos, constituidos por la unión mediante enlace peptídico de unas moléculas más sencillas (monómeros) llamadas aminoácidos.
Los aminoácidos.
La hidrólisis (ruptura) de las proteínas libera unas moléculas, denominadas aminoácidos, cuya unión origina las cadenas polipeptídicas. Esto significa, en lenguaje más sencillo que los aminoácidos son los constituyentes de las proteínas.
Los aminoácidos que constituyen las proteínas se llaman aminoácidos proteinogénicos. Son a-aminoácidos, pues el grupo amino está unido al carbono a, el contiguo al grupo carboxílico. Existen 20 aminoácidos distintos de este tipo, que se diferencian por el otro grupo unido al carbono a,el llamado grupo R o cadena lateral. De estos 20, los seres humano sólo podemos sintetizar 10. Los restantes se llaman aminoácidos esenciales y deben ser ingeridos con la dieta, pues su carencia deriva en enfermedades diversas. Una alimentación equilibrada contiene todos los aminoácidos necesarios.
En los seres vivos se han encontrado unos 150 aminoácidos que no forman parte de las cadenas proteicas, pero que desempeñan funciones propias. Entre estos aminoácidos no proteicos figuran algunos neurotransmisores, como el ácido 7-aminobutírico; ciertos precursores vitamínicos, como la 3-alanina, precursora del ácido pantoténico, y moléculas que participan en determinadas reacciones bioquímicas (citrulina).
En las plantas superiores y en los hongos, se ha descrito una gran variedad de aminoácidos no proteicos, cuya función se desconoce en muchos casos.