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Métodos para estimar la densidad de una población de seres vivos

Publicado por Victoria González

La densidad poblacional se expresa en número de individuos por unidad de superficie, o por volumen de agua cuando se estudian poblaciones acuáticas. La densidad es un reflejo del impacto de una población en su ambiente.

A veces el emplear el individuo como única unidad es engañoso, ya que los individuos varían en el tiempo, y además tienen diferentes tamaños, algo que influye claramente en el efecto de la población sobre su medio.

Por eso se suelen emplear otras mediciones complementarias:

– Biomasa: peso total de los individuos de la población. Expresa bien las variaciones de tamaño, por ejemplo, en una población juvenil el número de individuos va disminuyendo, pero la biomasa total aumenta.

– Balance calórico: expresa bien el impacto de la población en el ambiente. Cuanto más pequeño sea un individuo, mayor será el balance calórico, ya que los organismos pequeños necesitan, proporcionalmente, consumir más calorías ya que tienen un gasto energético mayor que los grandes.

La densidad se puede expresar como:

– Densidad bruta: número de individuos por unidad de espacio geográfico total ocupado por la población.

– Densidad neta: número de individuos por unidad de espacio realmente ocupado por la población (por unidad de hábitat).

Métodos de estudio de la densidad:

– Censo: consiste en contar a todos los miembros de la población. Se emplea en demografía humana.

– Muestreo: consiste en tomar muestras que suponemos que son representativas del conjunto de la población y cuyos resultados se extrapolan al mismo. Siempre hay un margen de error, pero en poblaciones de animales y plantas es imposible contar a todos los individuos.

Las características del muestreo van a depender del tipo de población:

– Muestreo por cuadrados: en organismos inmóviles, como por ejemplo plantas, se toman muestras al azar en diferentes puntos en los que está la especie. Los requisitos para usar este método son que todos los cuadrados se localicen al azar, y que la muestra sea representativa del conjunto. Para eso hay que recurrir a la estadística.

– Muestreo por captura y recaptura: se capturan al azar una serie de individuos de la población y se marcan. Después se sueltan, se hace transcurrir un tiempo corto y se hace recaptura. Si en la primera captura se capturó un número grande de ejemplares, en la segunda algunos serán los que estaban marcados. De esta forma se puede calcular: número individuos marcados encontrados en recaptura/número total de individuos en la recaptura = número total de individuos en la primera captura/ número total de individuos en la población.

Los requisitos del método son: que los individuos sean capturados al azar; que los recapturados también lo sean al azar; que haya un alto porcentaje de individuos marcados para que los resultados sean representativos; y que las marcas no afecten a la calidad de vida de los individuos, por ejemplo que no atraigan a sus depredadores.

Los muestreos no siempre son sencillos de realizar, y a veces solo queda recurrir a estimar una densidad relativa, que nos permita hacer comparaciones y ver si una población a aumentado o disminuido.

Métodos para estimar la densidad relativa:

– En animales: con trampas de recaptura. Se estima también a partir de la frecuencia de recaptura.

– En organismos inmóviles: estimación de la cobertura, que es la superficie del suelo cubierta por una población de una determinada especie. Se usa mucho para plantas herbáceas. En un cuadrado de muestreo medimos el porcentaje de suelo cubierto por cada especie, y se estima la densidad relativa de las distintas especies.

Una población siempre va a tener unos valores máximos de densidad: nunca puede alcanzar un valor superior a la cantidad de recursos disponibles para la población.