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El músculo liso

Publicado por Ramón Contreras

El musculo liso o tejido muscular liso, no voluntario o no curvo es un tipo de tejido muscular presente en todos los animales. Existen tres tipos principales de musculaturas, el musculo estriado esquelético, encargado del movimiento voluntario, lee más de él aquí. El segundo de ellos es el musculo estriado cardíaco, denominado así por ser el que forma el órgano del corazón, más sobre éste tipo muscular aquí. Finalmente, el musculo liso, que recubre todos los vasos sanguíneos y el sistema digestivo, así como otros tejidos internos que necesitan movilidad no consciente. Veamos sus características diferenciadoras a continuación:

El musculo liso es un tejido formado por células uninucleadas y con forma de huso, con un tamaño entre 20 y 500 nm. Las células que lo forman reciben el nombre de fibras musculares. Éstas se agrupan formando haces. El núcleo de las fibras se encuentra situado en el centro del huso, mientras que los orgánulos celulares se encuentran en los polos del núcleo, dejando el resto del citoplasma libre.

Tinción hematoxilina-eosina de los núcleos y las células del musculo liso.

Tinción hematoxilina-eosina de los núcleos y las células del musculo liso.

Los filamentos finos de actina, que forman la ultraestructura, visible al microscopio de los cuerpos densos, filamentos gruesos de miosina, que no son visibles al microscopio sin una tinción especial y los filamentos intermedios de desmina ocupan el resto del citoplasma. Estas fibras no se encuentran tan ordenadas como en el músculo estriado (donde forman estrías). La proporción de los filamentos gruesos y finos es diferente que en músculo estriado. En el musculo liso hay 14 filamentos finos por cada uno grueso, mientras que en el músculo estriado hay solo 6 filamentos de actina por cada uno de miosina. Las fibras del musculo liso se anclan a las vecinas en uniones proteicas. De tal manera que su extremo conecta con el cuerpo de las fibras adyacentes. Permitiendo de esta manera que se desplacen en horizontal unas sobre otras, para agrandar o disminuir el diámetro del tubo que rodean (un vaso sanguíneo o el tubo digestivo).

El tejido liso se encuentra en órganos que necesiten una contracción lenta y sostenida, tales como el tubo digestivo o el sistema circulatorio. En estos órganos el tejido muscular liso se rodea de una lámina externa o basal de tejido conjuntivo fibroso, que las conecta entre ellas y permite su inervación por los sistemas sanguíneos y nerviosos.

Contracción muscular: Cuando una célula recibe una señal nerviosa desencadena el aumento del catión de calcio Ca2+ en el citoplasma de la célula. Esta señal intracelular induce la fosforilación de las fibras de miosina. Estimulando su síntesis y permitiendo la interacción de ésta con la actina. Al interaccionar los filamentos finos de actina se desplazan sobre los filamentos gruesos de miosina. Éstos últimos están dispuestos en la célula en sentido paralelo al huso celular y con dirección desde el centro de la célula hacia los extremos. De esta manera al moverse las fibras de actina ancladas a la membrana celular el huso se acorta. Como las células están interconectadas por puentes proteicos, los núcleos de las células vecinas se acercan. Lo que a efectos prácticos supone la reducción del diámetro del tubo.