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Desarrollo embrionario y post-embrionario en los animales

Publicado por Javier García Calleja

Una vez realizada la fecundación, el zigoto empieza su desarrollo por divisiones sucesivas, originando un embrión que, por posteriores transformaciones, origina el nuevo ser. La manera de segmentarse (dividirse) el huevo depende en gran parte de la cantidad de vitelo nutritivo que contiene, aunque suele seguir las siguientes pautas:

Formación de la mórula y de la blástula.

El zigoto inicia su segmentación y queda convertido en una masa de células llamadas blastómeros que, por su parecido a una mora, recibe el nombre de mórula. A continuación aparece un hueco en el centro de la mórula, formándose entonces una blástula, con los blastómeros (cada una de las células) dispuestos periféricamente en una o varias capas y constituyendo el blastodermo. La cavidad interna es el blastocele.

El final de la segmentación del huevo cesa en el estado de blástula, no habiendo aumentado apenas su tamaño. La segmentación ha dividido al huevo en partes cada vez más pequeñas.

Formación de las hojas embrionarias.

Siguiendo su desarrollo, la blástula sufre una invaginación, por lo que se convierte en un saco de doble pared llamado gástrula: la pared externa está constituida por una capa de células llamada ectodermo, mientras que la interna está formada por otra capa denominada endodermo. La nueva cavidad, que ahora comunica con el exterior, se llama gastrocele o arquenterón, y hace de intestino primitivo. La abertura al exterior se designa por blastoporo. Con la formación de la gástrula, el embrión consta de dos hojas blastodérmicas: el ectodermo y el endodermo.

Las esponjas y Celentéreos alcanzan la forma adulta en este estado de desarrollo. En otros animales, el embrión sigue desarrollándose.

Habtualmente el endodermo origina un par de evaginaciones dorsales, que por estrangulamiento se convierten en dos bolsas a los lados del cuerpo, formando la tercera hoja blastodérmica, llamada mesodermo, con la cavidad celómica en el centro de cada bolsa; las paredes de estas bolsas se unen con el ectodermo y endodermo, dejando el tubo digestivo rodeado por un hueco, conocido como cavidad general o celoma. Los animales que pasan por este estado se llaman celomados, mientras que las esponjas y pólipos son acelomados, pues carecen de celoma.

Destino de las hojas embrionarias.

Estas tres hojas embrionarias primitivas, ectodermo, endodermo y mesodermo, originarán todos los tejidos y órganos del ser adulto por proliferaciones celulares y plegamientos.

Según los grupos de animales, variará el detalle, pero en todos el ectodermo, originariamente en contacto con el exterior, forma la epidermis y los órganos de relación con el medio ambiente, como son el sistema nervioso central y las células sensoriales; el endodermo origina la parte absorbente del tubo digestivo, así como las glándulas para la digestión de los alimentos; en los vertebrados aéreos da lugar a los pulmones. El mesodermo proporciona la musculatura, aparato excretor, las gónadas y el esqueleto de los vertebrados.

 

Desarrollo posembrionario.

Los embriones de los animales ovíparos, una vez han consumido las sustancias nutritivas del huevo, han de salir de las cubiertas del mismo para buscar alimento. Si las reservas son muy abundantes, el desarrollo embrionario se prolonga y el individuo nace ya con la forma del adulto, tomando entonces alimentos para crecer y adquirir la madurez reproductora: se dice, en este caso, que el desarrollo es directo, como sucede en las Aves y Reptiles. Si las reservas alimenticias del huevo son consumidas en fases precoces del desarrollo, el embrión ha de hacer vida libre, naciendo en forma de larva, produciéndose, entonces, el desarrollo indirecto. El estado adulto se llama ¡mago, y la transformación de la larva en imago constituye la metamorfosis.

Los embriones de los animales vivíparos encuentran en el interior de la madre las sustancias alimenticias que necesitan, por lo que nacen con la configuración adulta, como se dijo, teniendo también desarrollo directo.