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Tipos de espinas en las plantas

Publicado por Ramón Contreras

Cuando pensamos en las plantas con espinas muchas veces nos viene a la cabeza la familia de los cactus. Su resistencia ha hecho que estas plantas originarias de Mesoamérica se extendieran por todo el mundo tanto con fines alimentarios como en jardines e interiores como adorno. Sin embargo, no son las únicas plantas que presentan espinas. Además la estrategia de la protección, que parece la función más obvia para las espinas de las plantas no es la única función de estos órganos modificados. En el caso de los cactus la modificación de las hojas en espinas también sirve para disminuir la cantidad de superficie expuesta al sol y por lo tanto disminuir la evaporación de la tan preciada agua en los climas áridos en los que viven.

Existen dos morfologías principales para las espinas: la espina propiamente dicha, como la de los cactus que es alargada y perpendicular al cuerpo de la planta y también encontramos espinas denominadas aguijones, como por ejemplo las que presentan los rosales. Ambos tipos presentan diferencias, no solo morfológicas sino también en relación a su tejido. Las espinas de los cactus son hojas modificadas por lo que cuentan con sistema vascular en su interior y van creciendo con el tiempo. Su rigidez viene dada por el tejido de sostén con el que cuentan en gran cantidad. Este tipo de espinas se denomina espinas foliares. Otros vegetales como el endrino o la acacia también cuentan como espinas. En su caso las espinas son modificaciones del tallo, no de las hojas y se denominan espinas caulinares. Aun así también están vascularizados por dentro, y en el caso de las acacias las espinas se presentan de 3 en 3. La vascularización de estas espinas forma un continuo con el tejido vascular del tronco. Existen casos muy poco frecuentes en los que las espinas pueden formarse a partir de las raíces. Las espinas caulinares pueden diferenciarse de las foliares porque las primeras suelen contar con una yema axial, de donde brotará una nueva rama u hoja, junto encima. Muchas veces los tallos jóvenes empiezan a desarrollarse con forma de espinas de las que van surgiendo las hojas por detrás de las espinas con el objetivo de proteger las hojas durante el crecimiento.

Por su parte los aguijones son excreciones de la epidermis del tallo, por lo que no están vascularizados y se van secando con la edad, es por eso que se pueden retirar con mucha facilidad del tallo. Su forma es más similar a un garfio a que a una aguja, por lo que son fácilmente diferenciables de las espinas. En este caso a parte de la función defensiva algunas plantas emplean los aguijones para trepar sobre plantas o estructuras.

Además existen hojas espinosas, que aunque no son verdaderamente hojas completamente modificadas para formar espinas, su gran contenido en lignina para endurecerlas y su forma puntiaguda o muy serrada hacen que sean igualmente utilizadas como defensa ante depredadores. Algunas hojas pueden formar excrecencias sobre ellas con forma de espina, sin embargo esto no se considera una hoja modificada (espina caulinar) sino un tipo de hoja espinosa.