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Adaptaciones de las plantas epífitas

Publicado por Ramón Contreras

Las plantas epifitas son aquellas que pasan, al menos una parte de su ciclo vital, encima de otra planta sin estar en contacto con el suelo. Puedes leer más sobre ellas en el artículo que le dedicamos a ellas aquí. Las planta epífitas no causan ningún perjuicio a los arboles que las alojan. Este tipo de relación se denomina comensalismo, y puedes leer más sobre él, en nuestro artículo aquí.

Características: No todas las plantas pueden ser epifitas. Las plantas epifitas germinan en los huecos de las ramas de arboles y matorrales. Al desarrollarse sus raíces quedan suspendidas en el aire, cosa que para la mayoría de plantas supondría la muerte. Las raíces de las plantas epífitas, por el contrario, están adaptadas a no tocar la tierra. Las raíces de estas plantas actúan tan solo para mantener la adhesión del individuo con el tronco que las sostiene. El agua necesaria para su metabolismo la suelen absorber de la superficie del tronco. Las plantas epifitas comparten un conjunto de adaptaciones morfológicas, anatómicas y fisiológicas que permiten este tipo de vida

Adaptaciones morfológicas: Una de las adaptaciones más frecuentes de las epifitas aéreas es una disposición morfológica en roseta para, de esta manera, poder captar el agua que se condensa en las hojas, puesto que sus raíces no pueden absorber el agua del suelo. Además estudios sobre el tema han mostrado que las plantas epifitas forman con mucha frecuencia forman en sus raíces domacios. Éstos son cavidades donde los insectos, y muy frecuentemente las hormigas pueden habitar. A través de la pared celular de los domacios las plantas epifitas pueden conseguir el nitrógeno de los desperdicios de los insectos que las plantas normales absorben del suelo.

Adaptaciones anatómicas: las epifitas como otras plantas con acceso al agua limitado tienen que intentar perder cuanta menos agua posible. Para ello las epifitas han desarrollado una cutícula en las hojas gruesa para evitar la evaporación. También es común en este tipo de plantas la presencia de ceras impermeables o pelos y escamas que evitan la evaporación por calor. En orquídeas y bromelias las raíces desarrollan un tejido a base de células muertas conocido como el velamen. Durante la época de lluvias absorbe el agua de forma pasiva y durante la época seca impide la salida del agua del tejido. Con el mismo fin de retener agua muchas epifitas son crasas, sus hojas son gordas y retienen una gran cantidad de líquido.

Foto al microscopio electrónico de barrido de Porembski & Barthlott (1988) del velamen de la orquídea Dendrobium sp. (Orchidaceae)

Foto al microscopio electrónico de barrido de Porembski & Barthlott (1988) del velamen de la orquídea Dendrobium sp. (Orchidaceae)

Adaptaciones fisiológicas: las epífitas abren sus estomas por la noche, cuando el intercambio de agua con el exterior es menor debido a las bajas temperaturas. Para acompañar esto las epifitas tienen las rutas metabólicas preparadas para separar el intercambio de gases con el periodo de fotosíntesis. Como otras plantas sometidas a estrés hídrico, nos referimos a la estrategia CAM. En la que el intercambio de gases no está acoplado a la formación de energía fotosintética.

Adaptaciones a la reproducción: Finalmente una de las adaptaciones que toman las epifitas es sobre la dispersión de sus semillas. Las plantas epifitas rara vez pueden formar grandes colonias, por el espacio reducido que ofrece un tronco. Es por eso que para asegurarse la supervivencia de la especie acostumbran a tener una dispersión de sus semillas por el viento, de forma que las semillas puedan viajar largas distancias y sobretodo hasta las zonas elevadas de otros árboles.