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Época de celo o estro

Publicado por Ramón Contreras

La época de celo o estro es un periodo de tiempo en el que las hembras de mamíferos son más activas sexualmente. Otros animales como aves, peces o insectos tienen épocas de cortejo y apeamiento, de manera similar a los mamíferos, aunque técnicamente la denominación de estro se refiere solo a los mamíferos. Durante este periodo de tiempo, que puede variar dependiendo de la especie, las hembras demuestran a los machos su disposición para el apareamiento, bien sea mediante señales olorosas (en la orina, heces o en su propio cuerpo) o mediante señales auditivas o visuales, reclamos y cambios en la actitud. En la mayoría de especies la época de celo se repite de forma cíclica, empieza con la primera ovulación de la hembra y se repetirá aproximadamente durante toda su vida con una periodicidad fija.

La época de celo varía entre especies en libertad la mayoría de especies animales tienen una frecuencia anual. De esta manera hacen coincidir el nacimiento de las crías con la temporada de mayor abundancia de alimentos y las condiciones ambientales propicias. Tienen este tipo de celo aquellas especies que migran o que viven en altitudes donde el clima sufre grandes variaciones como una época fuerte de lluvias o la helada de durante el invierno.

Por otra parte existen especies en las que la época de celo se repite de forma más continuada. Por ejemplo en el caso de los humanos el estro se da aproximadamente con un ciclo circalunar. Otras especies con este tipo de ciclo son los grandes simios, conejos o las ratas. En este grupo encontramos especies sedentarias que son capaces de conseguir comida durante todo el año, por lo que no tienen que hacer coincidir la época de aumento de población con unas condiciones externas determinadas. Dentro de este grupo encontramos especies domesticadas, como perros y gatos.

Finalmente existen animales que son fértiles durante toda su vida desde el momento en que alcanzan la madurez sexual. El ejemplo más claro de este grupo son las gallinas, que pueden poner huevos cada día.

La duración del celo varía entre especies dependiendo de la eficacia de cada especie para fecundarse. Por ejemplo, el ganado bovino tiene un periodo fértil de unas 3 semanas, las hienas 2 semanas. En la especie humana la época de celo fisiológica dura alrededor de 4 días, aunque las hembras pueden ser fértiles casi todo el tiempo.

Durante el celo las hormonas alteran la conducta natural de las hembras y estas a su vez afectan a los machos. A nivel fisiológico el celo comienza con el aumento de la hormona LH (hormona luteinizante) que desencadenará la maduración de un ovulo en el útero femenino. El ciclo estral es el tiempo comprendido entre dos celos o entre dos ovulaciones y se alterna con el ciclo menstrual, que es el periodo de tiempo necesario para que se desarrolle el óvulo y sea fértil. Al comienzo de la época de celo las hembras de mamíferos tienen un óvulo preparado para ser fecundado que se mantendrá en el útero durante todo el celo y si al final de este no ha sido fecundado se desprenderá de la pared del útero con la menstruación.