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Enterocitos, la aduana del alimento

Publicado por Ramón Contreras

Los enterocitos son un tipo celular propio del sistema digestivo de los animales. Su función principal es la de absorber de forma selectiva el alimento que circula por el sistema intestinal, que después enviará a todo el cuerpo mediante el sistema circulatorio sanguíneo y linfático.

Origen embrionario y vida media: los enterocitos provienen del endodermo embrionario, capa embrionaria que también origina el resto del aparato digestivo y parte del respiratorio y todo el epitelio. Son las células principales que recubren el intestino delgado. Los enterocitos se renuevan completamente cada 4 a 10 días, es decir, todas las células del intestino delgado son repuestas en ese tiempo.

Morfología: Su forma es característica y fácilmente reconocible en un corte histológico. En conjunto los enterocitos forman una monocapa celular en la luz del intestino delgado. Forma vellosidades que aumentan la superficie del tubo digestivo para facilitar la absorción. Los enterocitos presentan una forma cilíndrica. El núcleo presenta una forma ovalada. Se encuentra en la parte inferior del citoplasma, alejado de la luz intestinal y cerca de los vasos sanguíneos que riegan la cara interna del intestino.

La porción de la membrana celular que da al intestino tiene una morfología de ribete en cepillo (microvellosidades, para aumentar todavía más la superficie de absorción). Al microscopio óptico el ribete en cepillo es visible con una tinción de eosina y hematoxilina. La porción del citoplasma apical, es acidófilo y contiene cisternas del retículo endoplasmático liso (que formarán las vesículas de transporte). Los enterocitos contienen un gran número de mitocondrias repartidas por todo el citoplasma.

Además entre las células del tejido epitelial se forma una conexión muy fuerte para impedir que ningún nutriente, o cualquier otra molécula, pueda acceder al torrente sanguíneo y por consiguiente al cuerpo, sin pasar previamente por dentro de los enterocitos, que gestionan la recepción y el transporte primario de las moléculas absorbidas. Estos complejos proteicos de unión lateral entre células se denominan zonula occludens . Estos entramados proteicos pueden verse al microscopio electrónico.

Imagen de microscopía óptica, enterocitos en los que se aprecia el núcleo, azul y el citoplasma con las microvellosidades en rojo.

Imagen de microscopía óptica, enterocitos en los que se aprecia el núcleo, azul y el citoplasma con las microvellosidades en rojo.

Función: la función principal de los enterocitos es la de absorber nutrientes y introducirlos en el torrente sanguíneo. Son los encargados de captar todos los nutrientes, desde sales y agua, hasta aminoácidos, glucosa y moléculas de complejidad mayor. Los iones son captados por transporte activo dentro de los enterocitos y el agua pasa la membrana a favor de gradiente siguiendo las cargas positivas de los iones (sodio, potasio, etc.). La glucosa y otros mono y disacaridos (fructosa, galactosa) entra en los enterocitos por transporte activo por un cotransportador de glucosa dependiente de sodio. En la parte basal de la célula existen transportadores específicos de sacáridos (de la familia GLUT) que los vierten en el torrente sanguíneo.

Las péptidos, aminoácidos y lípidos son descompuestos en el glicocáliz antes de atravesar los enterocitos. Los lípidos forman los quilomicrones para su transporte en la sangre. Lee más sobre los quilomicrones aquí. Los aminoácidos y las vitaminas tienen también receptores específicos para su entrada en el enterocito. También son los encargados de absorber las sales biliares no conjugadas y de segregar inmunoglobulinas defensivas.

Además de absorber, los enterocitos tienen una importante función de barrera física, inmunológica y bioquímica ante la entrada de patógenos y los microorganismos de la biota normal del intestino.