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Anatomía de una medusa

Publicado por Ramón Contreras

Las medusas son un grupo de invertebrados marinos. Su composición interna es principalmente agua (cerca del 95% de su peso corporal). Las medusas son cazadores pasivos de peces y otros animales marinos que atrapan con sus tentáculos urticantes, que dejan libres a merced de las corrientes marinas puedes leer más sobre las medusas en el artículo que les dedicamos como grupo aquí o en el artículo en el que hablamos de las diferencias anatómicas entre los diferentes grupos de medusas aquí.

Las medusas tienen una anatomía muy sencilla. No presentan órganos tales como aparato respirador o corazón, puesto que lo hacen por difusión, o sistema nervioso central, tan solo un anillo nervioso para controlar la contracción muscular. Su alto porcentaje de agua hace que no le sea necesario un gran sistema muscular para mantenerse a flote.

Esquema de las partes más importantes de una medusa.

Esquema de las partes más importantes de una medusa.

Estos animales presentan metamorfosis, es decir, la anatomía y la morfología de los individuos varia severamente a lo largo de su ciclo vital. Sin embargo la simetría radial, típica de los animales primitivos, se mantiene durante todas las fases vitales. El huevo da una larva denominada plánula con forma ovalada con una constricción en el centro desde donde salen numerosos cilios. Esta larva libre circula por el mar hasta que encuentra un sustrato adecuado para asentarse. Una vez anclado se transforma un pólipo. Los pólipos son similares a las medusas libres. La forma sésil llamada pólipo tiene tentáculos en su parte superior con los que se alimenta y está formado por unas finas paredes y una amplia región gastrovascular en su interior. Los pólipos se reproducen asexualmente por escisión o gemación transversal de larvas éfiras de vida libre. Estas larvas parecen medusas pequeñas y poco antes de la separación parecen un pólipo con una medusa encima. Las éfiras crecen y desarrollan las gónadas, convirtiéndose así en medusas adultas.

Las medusas adultas, son de vida libre y las que se ven con mayor frecuencia. Tienen una forma general similar entre las diferentes especies. Están formadas por un manto circular, ovalado o cuadrangular. El lado convexo se denomina exumbrela y la zona cóncava subumbrela, y en ella se encuentra la boca, en el extremo de una estructura tubular llamada manubrio, que actúa como faringe. En los laterales del manubrio se sitúan las gónadas. El interior de la zona cóncava dependiendo de las especies se puede encontrar protegido por un velo, una pequeña membrana que sin llegar a cerrar la concavidad reduce la superficie de intercambio con el exterior.

La boca da al interior de una cavidad donde se digiere el alimento, un estómago primitivo. En él hay células especializadas ciliadas. El estómago está conectado con los canales radial y circular que distribuyen los nutrientes ya tratados a todas las regiones de la mesoglea, el interior del cuerpo. Del margen inferior de la circunferencia salen los tentáculos urticantes de longitud variable de las medusas. Alrededor de la abertura hay una serie de neuronas formando un anillo que estimulan la contracción de un anillo muscular para que la medusa se desplace, aunque normalmente se dejan llevar por las corrientes.